Jaromír Nohavica
Peterburgo
Cuando cae la noche
en los tejados de Peterburgo
me invade la tristeza
un perro callejero no
comió ni la corteza de pan
que le di.
El conde Igor se casa
con mi amor
juego con un revólver
sobre un vaso de vodka
un cuervo se posa en
los tejados de Peterburgo
¡Maldita sea!, ¡al
diablo!
Por encima del
horizonte vuelan pájaros ciegos
a través del
crepúsculo
mi alma, vasto páramo
estás a punto de palmarla.
No hay nada igual a
mi desgracia
es la culpa de Usted, Naděžda Ivanovna,
es la culpa de Usted que mañana me encuentren
es la culpa de Usted, Naděžda Ivanovna,
es la culpa de Usted que mañana me encuentren
con un agujero en la sien.
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